Se levantó como casi todas las mañanas
dispuesto a encontrar un trabajo, pero ese día sintió unas fuerzas
enormes, un impulso que lo llevó directamente hacia un gran
edificio, los últimos pisos los ocupaban la empresa Sub Con. Se miró
en el espejo del ascensor y se acomodó la corbata varias veces, al
abrirse la puerta se acercó a la recepcionista quien apenás lo vió
se levantó y le dijo:
-Sr, Prada.. lo estábamos esperando,
pase por acá.
Parecía un sueño, era el lugar ideal
de trabajo y conocían su nombre, quizás en uno de los tantos meses
que repartió sus currículums dejó uno ahí sin darse cuenta. La
recepcionista se detiene frente a una gan puerta doble de roble y le
hace señas de que pase. La oficina era tan grande y su alfombra
blanca tan mullida que parecía estar en una gran nube. El hombre de
la oficina se acercó dando grandes zancadas que la tupida alfombra
enmudecían y le extendió la mano
-Sr Prada, pase por acá, espero que le
gusten nuestras instalaciones.
-En verdad desde afuera no parece tan
grande. Me encantaría trabajar acá cuánto antes..
-Si es por eso no se preocupe, ya lo
está haciendo. Mi nombre es Pablo y antes de empezar a trabajar le
voy a hacer unas preguntitas personales..
-Ningun problema- se sentó, se acomodó
el saco y lo miró nerviosamente
-Ud, escucha voces? Digo, voces que lo
aconsejan..
-Ud me pregunta si estoy loco o algo
parecido? No entiendo, además no creo que alguien se siente en una
entrevista y reconozca que las escucha.
-No, no, perdón, me expresé mal.
Hablo de su subconciente, muchos le dicen así... Ud tiene uno?
-Sí, digamos que a veces pienso las
cosas como si fuese otro y me digo lo que me conviene o no..
-Nunca pensó Sr Prada que esas “voces”
no son Ud, que es gente que la aconseja?
-No, en verdad no.. No lo entiendo Sr
Pablo.
-Me explico, le hablo de gente que le
dice que es lo que le conviene o no dentro de su cabeza. Por su
presencia, su educación y su elegancia y cuidado me atrevería a
decirle que la mayoría de la gente que le aconseja a Ud tiene más
de 40 años y la mayoría son mujeres.
-Ud me habla enserio??
-Sí, totalmente. Tengo gente asesorada
por chicos y me doy cuenta enseguida por la cantidad de caprichos y
berretines. Tienen casi 35 y viven con los padres, se visten como sus
sobrinos. La gente les dice inmaduros..
-Pero, a que viene todo eso? Yo vine
por un trabajo creo..
-Eso es lo que le estamos ofreciendo en
este momento. Ud junto a un grupo de personas va a ser el
“subconciente”, como le dicen Uds, de alguien.
-Pero para ser el subconciente de
alguien tengo que estar muerto, no? -le dijo burlándose-
-Ya lo está Sr Prada, Ud murió
anoche..
Miró por la ventana que estaba detrás
del Sr Pablo y vió que no había nada abajo, ni calles, ni
edificios, nada. Estaba en una gran oficina blanca sobre una nube tan
suave que parecía una alfombra mullida.