miércoles, 7 de mayo de 2014

Pelear por un amor

           Sabía que tenía que lucharla. No era un pibe muy lindo, mejor dicho no era atractivo. Eso lo había aprendido de una amiga, hay pibes que ganan de lindos nomás y otros tienen un no se qué. Ese nosequé era personalidad y lo aprendió de otra amiga que sabía que tenían los pibes que físicamente no eran muy agraciados. Según ellas él no era feo, pero tampoco tenía personalidad lo que lo convertía en algo pasable, odiaba esas definiciones.
            Le gustaba una de las mas lindas del colegio. Linda en el sentido de que tenía todo: belleza y una personalidad que hacía que cualquiera con ella sonría, se sienta bien y no quiera que el tiempo pase. Cuando la vió en la otra punta del patio en el primer recreo se imaginó en un ring y con eso empezó a imaginar tácticas para ganar esa lucha por el amor de ella. Timbre, él se acerca lentamente y la empieza a rodear estudiándola. Trata de acercarse por un flanco pero ella da la vuelta y mira hacia otro lado porque la llaman, prueba por el flanco izquierdo,casi la tiene pero ella lo evita saludando a alguien y pasa a su lado sin siquiera sentir su presencia. El movimiento de cintura que hizo para pasar a su lado le hizo entender que iba a ser difícil acercarse sin una buena táctica. Ella se acercó casi al centro del patio y volvió para donde estaba antes y él la espero. Trató de interponerse en su camino pero ella amagaba, izquierda, derecha, izquierda, izquierda, cuando la tuvo cerca trató de acercar una mano para saludarla pero ella sonrió a alguien que estaba detrás de él, eso le hizo girar la cabeza. En ese momento de distracción ella  lo rodeó y terminó en el mismo lugar de antes. Mejor, pensó él, está contra la esquina, ahora es toda mía. Campana. Fin del primer encuentro.
            Espero la segunda oportunidad y pensó que este era el momento. Es a tres rounds. No puedo desperdiciarlo. Sonó la campana y fué directo a ella. No se imaginó que ella iba a usar una de las mejores armas que tenía, la sonrisa. Cuando él se acercó ella le disparó una sonrisa enorme con un hola directo al pecho. Se quedó sin aire. No contaba con eso, el iba confiado con la guardia baja y no pensó que iba a utilizar esa sucia jugada. Lo inutilizó por medio recreo. Los nervios del primer encuentro, la falta de experiencia y ese último ardid le hicieron perder minutos valiosísimos. Cuando se recuperó intentó alcanzarla, ella no perdía la vitalidad, estaba totalmente renovada y su destreza hacía que él baile de aquí para allá, recorrió todo el patio, en un momento pensó que quedaba detenida contra una de las paredes pero ella giró y fué para el lado del buffet. Ya se estaba quedando sin piernas y sin aire, necesitaba sorprenderla con una jugada. Cuando estaba por acercarse por detrás para rodearla, campana.
            Esta era la última oportunidad, se dijo. Es en esta o nada. Sóno la campana y fué directo a ella, nada de miedos, el miedo te paraliza y te hace perder tiempo, Tenía que hacer la misma jugada, se acercó de frente, le sonrió y le lanzó un hola, demasiado bajo. Ella ni se enteró y pasó al lado suyo como si nada. Miró el reloj y dijo, me queda poco tiempo es ahora o nunca. La tomó del brazo , la hizo girar y le pegó un beso en los labios. Ella abrió los ojos enormes, lo empujó e hizo algo con lo que él no contaba, utilizó el puño. Cuando sonó la campana ya le habían contado hasta mil.

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