miércoles, 14 de mayo de 2014

Un reencuentro Face to Face

     Hace unos meses había abierto una cuenta en Facebook. De aburrido nomás, con sus casi 50 años se sentó frente a la PC y puso una foto de él en la que estaba más o menos pasable. Lo que más hacía era seguir páginas de chistes y de noticias, y se sentaba todas las tardes a compartir chistes y comentar publicaciones con sus “Amistades”. Siempre se reía de ese término, pero era el que se utilizaba en la Red, así que siempre cuando entraba o salía saludaba a sus “Amigos” y ponía un videito musical o una fotito con una frase.
     Una mañana entre las solicitudes vió un nombre que le hizo volver a su adolescencia, abrió el enlace y era ella. No lo podía creer, estaba tan hermosa como hace casi 30 años. Aceptó la solicitud y se paró a preparar unos mates cuando escuchó el sonido de un mensaje en el Facebook. Lo dejó, podía esperar, total el Face no es algo urgente seguro era alguien para responderle algún comentario político que puso o cargarlo por el empate sobre la hora. Estaba pensando en una buena respuesta en caso de que sea una verdugueada mientras seguían sonando los mensajes cuando vió que había casi 10 y eran todos de ella. No sabía que hacer, si los abría ella se daría cuenta que los había leído y si se desconectaba también así que se quedó mirando la foto de su primer amor y recordando todo lo que habían vivido juntos. Fueron pocos meses pero el amor que tenía por ella era tan real que cuando él cayó en un pozo depresivo debido a problemas familiares, laborales y de estudios, prefirió dejarla a arrastrarla con él o que vea como lentamente se autodestruía. Tomó un par de mates y se dispuso a hablarle, se saludaron, recordaron viejos momentos, se confesaron que ambos habían sido el amor de sus vidas y luego empezaron a contar sus historias. Ella tenía dos hijos, la parejita. El tenía 3, dos nenas y un nene. Ella estaba casada con la misma persona hace 19 años, él 17. Ella tenía una casa grande con Jardín, la compraron a medias. Él tenía un departamento en Capital Federal con vista al frente.
     Estuvieron durante horas hablando y preguntándose que sería de ambos si el noviazgo hubiese seguido. Finalmente él le aclaró que si hubiese sido así la vida de los dos hubiese cambiado completamente. El que no hayan seguido juntos hizo que cada uno conociera a otra persona, casarse, tener hijos maravillosos y un hogar. Se rieron de la conclusión y prometieron seguir hablándose en un futuro. Él se levanto y miró hacia los costados y ahí estaba, con casi 50 años alquilando la misma habitación de pensión con baño compartido hace casi una década, sin hijos, trabajando por dos mangos y solo, como siempre. La seguía amando y lo que hizo fué para cuidarla, no podía decirle la verdad y prefirió inventarle esa historia de hombre felizmente casado y con hijos para que ella siga teniendo la imagen de ganador que ella merecía hace 30 años. Prefirió mentirle.
     Y ella también..


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